Seguimos en la línea de axiomas y patologías de la comunicación de Watzlawick; yo frecuentemente me encuentro pensando en estas ideas, ya que es muy fácil confundir lo que alguien nos dice, o lo que decimos, y terminar con unas increíbles ganas de estrellarle la cara a nuestro interlocutor en el piso, creyendo que nos está tomando el pelo, que no nos entiende porque no quiere, etc.
Pues, muchas más veces de las que nos damos cuenta (o sea casi todas) la comunicaciones fallan porque nosotros fallamos; no somos máquinas cartesianas, no somos perfectos, y, por sobre todas las cosas, somos humanos: orgullosos, reticentes a reconocer que nos equivocamos o que somos nosotros los que estamos equivocados.
La naturaleza de toda relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes
Esta característica se refiere a la interacción entre comunicantes; para un observador, una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia ininterrumpida de intercambios, sin embargo, quienes participan en la interacción siempre introducen lo que ha sido llamado por Bateson y Jackson la “puntuación de una secuencia de hechos”; la falta de acuerdo con respecto a la manera de puntuar la secuencia de hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones; en la psicoterapia de parejas, a menudo sorprende la intensidad de lo que en la psicoterapia tradicional se llamaría una “distorsión de la realidad” por parte de ambos cónyuges. A menudo resulta difícil creer que dos individuos puedan tener visiones tan dispares de muchos elementos de su experiencia en común, y este problema radica en su problema de metacomunicarse acerca de su respectiva manera de puntuar la relación.
Patologías:
Las discrepancias no resueltas en la puntuación pueden llevar a impasses interaccionales en los que, eventualmente, se hacen acusaciones mutuas de locura o maldad. O sea: ¡Estás loca! dejá de gritarme! versus ¡No puedo creer que seas tan malo! ¿CONTESTAMEEE!
Estas discrepancias tienen lugar en todos los casos en que uno de los participantes no cuenta con la misma información que el otro, pero no lo sabe. Esto se solucionará si se metacomunican. Dicho de otra manera, si alguno de los dos dice algo como: -Pero vos porqué pensás que nos pasa esto? O algún otro tipo de frase que intente pensar sobre la comunicación misma, examinar qué es lo que está fallando allí.
Profecía autocumplidora: el Individuo considera que esta reaccionando ante ciertas situaciones, pero en realidad las esta provocando sin darse cuenta. Por ejemplo, si yo creo que mi interlocutor no va a dejar de hablarme mal, yo no voy a hacer ningún esfuerzo por evitar hacer lo mismo; quizás, si yo me pusiera media pila y hablara bien desde el comienzo, no habría en él una razón para levantar "el tonito".
Al fin y al cabo, podemos terminar cayendo en la cuenta que sólo había que bajar un cambio, respirar hondo y aclarar la situación; de otro modo, podemos perder otros en el camino...
3 han opinado:
Hola Antonella,
És un grande placer estar visitando tu agradable y interessante blog.
Saludos desde Brazil:
Geraldo
Me gusta mucho la teoría de la comunicación humana... hay muy buenos instrumentos de evaluación que derivan de ella. Yo uso uno que esta aplicado a la comunicación padres e hijos... es super interesante como el estilo de comunicación que se de entre ambos previene de consecuencias negativas como las adicciones.
Saludos
siempre que se hable de profecia autocumplida asomo la oreja XD
no abandones el blog.
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